En Armonía con Nuestra Auténtica Naturaleza

Ven Thubten Jamyang es un facilitador acreditado de las 16 Actitudes ( niveles 1 y 2 ) que vive en el Monasterio de Nalanda, en el sur de Francia. También es psicólogo y trabajador social. Ofrece talleres en inglés y croata. Recientemente facilitó un taller de las 16 Actitudes para voluntarios que viven en el monasterio de Nalanda. Aquí compartimos su experiencia:-

“Decidí ofrecer un taller de las 16 Actitudes a los voluntarios de Nalanda porque necesitábamos ofrecerles una alternativa a las clases de Dharma. Muchos de ellos llegan al monasterio movidos por diferentes motivos y no necesariamente para aprender Dharma. La Educación Universal es una herramienta que tiene el potencial de funcionar con todas las personas, aquellas que buscan respuestas y aquellas que aún no saben lo que buscan.

El curso se impartió los sábados durante 8 semanas y cada sesión duró algo más de dos horas. Trabajamos en un grupo bastante reducido de seis participantes. Decidí no permitir que la gente se «colara» en las sesiones sin comprometerse a completar todo el curso. Me pareció importante para mantener la estabilidad del grupo.

Desde el principio, insistí en la importancia de practicar entre sesiones y, para mi satisfacción, los participantes aceptaron con entusiasmo los «deberes». Empecé compartiendo un poco de mi propia historia para que los participantes me conocieran un poco. Ser abierto fomenta un espíritu de apertura entre las personas y ayuda a crear seguridad y confianza dentro del grupo.

El grupo era armonioso y no demasiado grande para mí. Tuvieron tiempo y espacio suficientes para hacer preguntas y compartir sus experiencias, todo ello dentro del límite de tiempo de cada sesión. Me di cuenta de que, con grupos más grandes, probablemente tendría que acortar algunas de las puestas en común. Me ayudó que las personas ya se conocían entre si al ser tod@s voluntarios, de hecho, fue uno de los mejores grupos de voluntarios que hemos tenido en Nalanda.

Las sesiones se programaron por la tarde, justo después de comer, por lo que a veces nos sentíamos un tanto aletargados. A mitad del curso, se me ocurrió pedirle a alguien que sabía Thai Chi que ofreciera al grupo una mini clase a mitad de la sesión. Los 10 minutos de Thai Chi funcionaron muy bien y fueron muy apreciados por los voluntarios. Personalmente, me sentí con más energía después de ese breve ejercicio.

También me dí cuenta de que los partcipantes trabajaron con el manual de aprendizaje a lo largo del curso. Es otra forma de integrar su aprendizaje y reflexionar.

Una vez concluidas las 8 sesiones, el grupo siguió reuniéndose cada semana para participar en puestas en común sobre las 16 Actitudes. Estos debates y encuentros semanales continuaron hasta el momento en que los voluntarios dejaron Nalanda. En realidad, algunos de ellos se convirtieron en estudiantes del Programa Básico ofrecido por el monasterio.

Tengo previsto seguir ofreciendo el curso a los voluntarios cada año siguiendo el mismo modelo que hasta ahora. Tal vez abra el curso a personas ajenas al monasterio que no sean voluntarias siempre que puedan comprometerse a completar todas las sesiones.

Otra opción para los que viven fuera del Monasterio es ofrecer el curso durante 2 días con el apoyo de otro facilitador, por ejemplo como retiro de fin de semana.

Uno de los voluntarios, Omar, compartió su experiencia del curso:-.

«Me ha gustado mucho el curso de las 16 Actitudes por su capacidad de presentar un contenido sano y cercano. No hace falta ser budista para comprender los valores compartidos que podemos adoptar y que pueden unirnos a todos como una gran familia humana. La clase ha sido un saludable recordatorio para entrar en contacto con la naturaleza autentica y pura que nos une y que que todos poseemos».


La Fundacion para el Desarrollo de la Compasión y la Sabiduría (FDCW)

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