Transformando vidas con Bondad: La inspiradora Historia de las 16 Actitudes en la Escuela Akshay

Raquel Mason es la fundadora de la ASOCIACION AKSHY una organización que trabaja por la erradicación de la pobreza extrema y una sociedad más equitativa con proyectos cerca de Bodhgaya (India). Uno de estos proyectos es la Escuela Akshay. En octubre de 2023, Raquel participó con una presentación durante la Conferencia Growing Compassionate Hearts Conference organizada por FDCW y nos contó cómo el programa de la FDCW 16 Actitudes se ha integrado con éxito en el plan de estudios y en la vida diaria de la escuela durante más de 10 años. Habló con pasión del impacto positivo que el programa están teniendo en los niños y los profesores.

Después de la Conferencia, Raquel nos envió un vídeo que algunos niños de la escuela habían hecho sobre la 5ª de las 16 Actitudes – La Bondad. Raquel no había pedido a los niños que hicieran este vídeo. Eligieron crearlo ellos mismos, para explorar lo que la bondad significa para ellos. Puedes verlo aqui. 

Raquel también ha coordinado localmente la traducción del libro de Las 16 Actitudes para una Vida con Sentido al hindi y su publicación.

Oi Loon Lee ha sido Presidenta de la Junta Directiva de la FDCW durante varios años y viajó a la India para descubrir el efecto que el programa de las 16 Actitudes está teniendo en los niños de la escuela Akshay y queremos compartir su experiencia contigo.

La visita de Oi Loon a la Escuela Akshay

Akshay School es una escuela gratuita para niños de la comunidad dalit, una comunidad muy desfavorecida y marginada, perteneciente a una de las castas más bajas de la India. La escuela ha incorporado a su plan de estudios las 16 Actitudes desde hace tiempo y to tenía curiosidad por ver si el programa había ayudado a los niños. En diciembre de 2023 tuve la gran oportunidad de visitar la escuela

Había recaudado algunos fondos de familiares y amigos para comprar regalos para la escuela. Ranjan (el administrador de la escuela) se reunió conmigo la tarde que llegué a Bodhgaya y me llevó al mercado local para comprar material escolar para los niños y el personal de la escuela. Conseguimos lápices, cuadernos y un estuche para cada niño, y un termo para cada profesor.

Durante nuestra visita al mercado, varias jóvenes se acercaron a Ranjan sonrientes y con curiosidad. Ranjan las presentó como graduadas del programa de costura organizado por la escuela. Las jóvenes hablaban con confianza y tenían muy buenos modales, fue un placer conocerlas y aprender sobre el programa de costura.

A la mañana siguiente, Ranjan me llevó a visitar la escuela, un único edificio largo de 3 plantas, que se alza austero entre los campos de cultivo de las afueras de Bodhgaya. Se fundó en 2008 y ahora tiene 240 alumnos. Al atravesar el umbral de las puertas de la escuela, fuí acojida por un ambiente muy distinto del de los campos apagados y secos que la rodeaban; dentro, la escuela lucía limpia y las paredes estaban cuidadosamente pintadas de colores brillantes.

Me llevaron a la planta superior, de paredes abiertas pero cubierta por un tejado metálico. Este espacio sirve de salón de actos y zona de actividades. Los alumnos, desde los más pequeños hasta los adolescentes, esperaban ordenadamente y en silencio, ejemplos de buen comportamiento.

El director, Shiv Kumar, comenzó la asamblea utilizando el sonido de un cuenco tibetano para llevar a todos a una profunda quietud. El Sr. Shiv planteó preguntas sobre la octava actitud del Habla Positiva. Los alumnos, desde los más pequeños hasta los mayores, ofrecieron respuestas basadas en su propia experiencia.

Después de la asamblea escolar, me uní a una clase de niños mayores para ver cómo el profesor desarrollaba la Actitud del Habla Positiva. Los pupitres y las sillas se habían apartado a un lado para que los alumnos pudieran sentarse en el suelo. Todos participaban y me pareció que así tenían la oportunidad de ser escuchados. Aprendí cómo los niños ponían en práctica las 16 Actitudes de diversas maneras. Por ejemplo, algunos habían asumido la responsabilidad de cuidar de algunas personas mayores en el pueblo que sufren carencias economicas y se encuentran solas.

Me di cuenta de lo diferente que era esta escuela de las de mi país, Malasia. Para empezar, todos los zapatos estaban alineados fuera de cada aula de forma muy ordenada. Las paredes mostraban los trabajos y dibujos de los niños por todas partes. Su letra era cursiva y estaba muy cuidada.

Se daba mucha importancia al arte. Todos los niños iban bien vestidos y las niñas llevaban cintas cuidadosamente anudadas en el pelo. En la sala de informática y en la biblioteca, los recursos estaban bien ordenados. Los alumnos respondieron respetuosamente en inglés a las preguntas que les planteé. Tuve la sensación de que los alumnos se sentían realmente orgullosos y privilegiados de estar en la escuela.

Tras una rápida pausa para tomar un té con el personal directivo, volví al salón de actos para distribuir los regalos a los niños. Además del material escolar, también había traído un caramelo rojo y blanco, en forma de bastón para cada niño como regalo de Navidad. Quería que al comer el caramelo recordaran que el blanco era para una mente pura y el rojo para un corazón cálido. Esa sería la esencia de las 16 Actitudes. ¡Qué ilusión les hizo a los pequeños recibir sus regalos! Al parecer, nunca habían recibido un juego de material escolar suficiente para todo un año de una sola vez. Había sonrisas y risas por todas partes. Los profesores también se alegraron de ser apreciados.

La escuela Akshay no se limita a esducar a los niños. También se ocupa de su salud. Como su dieta en casa a menudo carece de nutrientes, la escuela la complementa con algo de proteína cada día: un puñado de garbanzos, un huevo, un plátano o leche. Para muchos de nosotros esto sería sólo un tentempié pero para esta comunidad supone un cambio de vida.

Ademas de operar Akshay School, la ASOCIACION AKSHY lleva a cabo programas para ayudar a los adultos, especialmente a las mujeres, que tradicionalmente no tendrían la oportunidad de ir a la escuela. Visité el taller de costura de la escuela donde un grupo de mujeres jóvenes aprendía corte y confección. Cuando se gradúen, al menos podrán ganar algo de dinero cosiendo en casa. También hay otros proyectos para ayudar a los alumnos que se gradúan en la escuela Akshy a continuar su educación en las universidades. También me enteré de que se organizaron talleres para educar a los padres sobre sus derechos, atención sanitaria y asuntos domésticos.

Creo que las semillas de bondad y atención que la escuela Akshay ha plantado en cada uno de los alumnos madurarán definitivamente en beneficio de toda la comunidad. Como Raquel había señalado durante la Conferencia «Cultivando corazones compasivos», esta es la primera generación de la comunidad dalit que tiene acceso no solo a la educación académica, sino también al aprendizaje emocional mediante la práctica de los valores de las 16 Actitudes. Cuando crezcan, tanto si salen al mundo como si deciden quedarse en sus aldeas, llevarán en el corazón su experiencia en la escuela y sin duda, actuarán de forma más razonable, con amabilidad y tendrán más consideración en sus interacciones con los demás.

Está claro que estas semillas sembradas en los niños tendrán un efecto positivo, que se extenderá a la comunidad durante generaciones.

¡Qué gran escuela, Raquel!

FDCW extiende su más sincero agradecimiento a Oi Loon por compartir su experiencia y a Raquel Mason y ASOCIACION AKSHY por su increíble dedicación y trabajo transformando las vidas de los niños y la comunidad en Bodhgaya. Nos alegramos del impacto positivo de sus esfuerzos y esperamos ver el crecimiento continuo y los beneficios del programa de las 16 Actitudes.


La Fundacion para el Desarrollo de la Compasión y la Sabiduría (FDCW)

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